18 agosto 2009

Y por Eslovenia que nos pasamos

Por fin tengo ADSL, y como debía el relato de Eslovenia..

Antes de nada decir que este país es muy pequeño, no más que Asturias y León juntos. Y esto es un punto muy a favor ya que, al menos, no te obliga a andar cientos de kilómetros para visitar cosas.El avión lo cogimos a Venecia (era mucho más barato que ir a Lubljiana) y, desde aquí, en un C3 alquilado hasta Bled. Bled es un pueblo pequeño -muy turístico- que está bastante bien ubicado para poder visitar los Alpes Julianos. El problema fué que como llegamos tarde (dimos un pequeño rodeo con el coche) ya no quedaban habitaciones libres en el hotel en el que habíamos hecho la reserva (mieeerda). Sinceramente, ya me veía en la calle. ¿Solución? Nos mandaron al hotel que estaba al lado que era de la misma cadena. Y vaya suerte que tuvimos, la habitación que nos dieron era enorme, con salón, 2 baños, terraza. Vamos, más grande que mi piso.... Baste decir que esta era la vista desde la habitación -y sí, todo por el mismo precio-


Dos rutas y media hicimos los días que estuvimos en Bled. El primer día teníamos pensado ascender el Prvisec pero como se nos pegaron las sábanas y se hizo tarde cambiamos los planes y nos acercamos hasta este el lago Pri Jerezu.




El segundo día decidimos entrar un poquito más en en materia. Para ello fuimos hasta el puerto de Vrsic (impresionante la carretera… 49 curvas en U, y no, no las conté, es que cada curva estaba numerada!!!) y desde aquí ascendimos el Slemenova Spica. Ascension fácil, agradecida y con unas vistas impresionantes.

Esta foto no hace mucha justicia, pero baste decir que al fondo está el Jalovec de 2.645 metros de altura y que la base está a unos 1.100 metros (1.500 de desnivel en nada)

El tercer día, camino de Lujbliana, nos paramos en Skojfa Loka. Se trata de un pueblo medieval que, realmente, no tiene nada especial... Pero fué aquí donde he tomado la ensalada más rica de mi vida (y sólo por 5 €). IMPRESIONANTE. Si vuelvo a Eslovenia tengo más que claro que pasaré por este restaurante (es el único italiano que está pegado a uno de los 3 puentes)

En Lubljiana, la capital, pasamos 2 noches. Tiene unos 200.000 habitantes y la zona vieja alrededor del río es una pasada. La gente dice que es como Praga y Viena en pequeño (no he estado en ninguna de estas 2 ciudades así que…).


Por cierto, la cerveza eslovena ni fu ni fa, pero el vino blanco esloveno está muy rico. De hecho, el Movia ha sido el vino blanco más rico que he probado en los últimos años. Totalmente recomendable -y sospecho que muy difícil de encontrar en España-

Los últimos 2 días nos fuimos a la costa. El único problema fué que las playas brillan por su ausencia y las pocas que hay son de piedras, ni una tiene arena. Y es que sorprendente descubrir que en el Adriático no hay playas de arena, y más si tenemos en cuenta la forma en que nos venden Croacia. La verdad, esta fué la única parte del viaje que no nos convencío… Habría estado mucho mejor haber pasado más tiempo en los Alpes (Snifff).

Por cierto, algo que merece la pena visitar son las cuevas de la zona de Karst (baste decir que el término Karstico viene del nombre de esta zona de Eslovenia) Las 2 cuevas más conocidas son las de Postojna y Skocjan. Nosotros nos decidimos por la segunda. Postojna es el Disneyworld de las cuevas -incluso tiene un trenecito dentro- mientras que Skocjan es más, digamos, auténtica. Como ejemplo esta foto (en este punto la altura desde el techo al suelo es de más de 160 metros..)

Y este fué nuestro viaje. País precioso y con una variedad de parajes impresionante. Y si te gusta la montaña, los Alpes Julianos son todo un acierto :-)

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